Aprendé sobre la Responsabilidad Social en este artículo y porqué es importante que la practiquemos.
Si algo nos dejó la pandemia por COVID-19 es el fuerte aprendizaje de comprender que no tenemos la vida comprada y que el cuidado a nosotros mismos, a los que nos rodean y al medio ambiente es esencial para nuestra calidad de vida como individuos y sociedad. Y las empresas no pueden quedar por fuera de este cambio de paradigma que se nos plantea.
¿De qué hablamos cuando hablamos de Responsabilidad Social?
Hablamos de la esencia de toda organización empresarial que promueve el respeto por las personas, el medio ambiente y la sustentabilidad de las generaciones futuras, plasmada en un conjunto integral de políticas, programas y acciones- económicas, sociales y medio ambientales- que se deben llevar a cabo en un corto, mediano y largo plazo.
Si bien existen varios parámetros de RSE, desarrollados por organizaciones internacionales, privadas y estatales que certifican cuándo una compañía puede ser valorada de esta manera; los principales abarcan: una competitividad responsable; la difusión de valores; condiciones laborales favorables para la calidad de vida de los trabajadores; el apoyo de causas sociales y el cuidado ambiental.
Estas características globales deben estar presentes en toda empresa que desarrolle acciones integrales con enfoque a las personas y el medio ambiente como eje central.
Un punto importante a tener en cuenta es la difusión de dichas acciones, compartirlas socialmente es clave para generar una red sólida de confianza con las personas. Comunicarlas de forma clara y eficaz, con el compromiso que llegue a toda la comunidad, es fundamental.
¿Por qué es importante que las empresas sean socialmente responsables?
Porque es fundamental que en toda organización se realicen acciones en favor de la comunidad, la sostenibilidad y el bienestar general, pensando en el presente y en las generaciones futuras; que sea un compromiso que integre no solo al personal directo sino a todo su entorno; que sea parte de su cultura organizacional, de sus valores, de su visión y misión.
La RSE impacta de forma directa e inmediata en la vida de los ciudadanos y de las comunidades que la rodean, además de favorecer en varios sentidos a su propia empresa.
Un ejemplo claro de una organización socialmente responsable en el país es nuestra Fundación (PROEM) que cuenta con diversos programas gracias a los cuales han asistido más de 15.000 personas.
La fundación genera y participa de alianzas (tanto con empresas como organizaciones) con enfoque de responsabilidad social y desarrolla programas dirigidos a la educación e inserción laboral , de forma presencial y virtual buscando ayudar a la población vulnerable o con escasez de recursos, jóvenes y emprendedores.
Un ejemplo de esto es el Programa de Programación .Net -hecho en alianza con Accenture- que consiste en tres módulos intensivos en los que se enseñan fundamentos básicos de programación, introducción a la lógica y programación en lenguaje.NET que facilitan la inserción laboral de sus participantes en esta área.
De hecho al menos 5 personas consiguieron empleo una vez finalizado el curso y estamos muy orgullosos de eso. (Conocé más sobre este programa y nosotros aquí)
Concluyendo, es importante resaltar que las prácticas de Responsabilidad Social benefician tanto a la compañía como a su entorno en múltiples sentidos: genera un excelente clima laboral entre los trabajadores basado en valores como el respeto y la tolerancia; aumenta la confianza de posibles inversores; mejora su posicionamiento frente a su competencia; aumenta la transparencia en sus actividades; contribuye al desarrollo económico y social de su población, y reduce los impactos ambientales.
Por todo esto, y hoy más que nunca, después de un largo periodo de incertidumbre social como consecuencia de la pandemia es importante que todas las organizaciones sean socialmente responsables y así contribuir a la reconstrucción del presente en pos de un mejor futuro para todos.
Autora: Mariana Gandoy | Voluntaria de PROEM.