La constante evolución de la tecnología producida durante los últimos años generó importantes transformaciones en el mercado laboral. Con la masificación de la informática y el mundo digital, la demanda de profesionales y técnicos especializados en disciplinas y oficios vinculados al sector creció a un ritmo acelerado.
En este contexto, organizaciones de la sociedad civil y diversas compañías llevan adelante programas de formación en especializaciones demandadas por el mercado de la tecnología para afianzar la inclusión social de sectores postergados. Diseño web, armado y reparación de PC, testing y programación son algunas de las principales propuestas que comienzan a desarrollarse en barrios de menores recursos.
“Hay una importante demanda laboral por parte del sector, por lo cual la formación en oficios digitales es un camino hacia la inserción de jóvenes que se encuentran en situación de vulnerabilidad”, señala Leandro Schvartzer, presidente de la Fundación PROEM, entidad que promueve la inclusión social y el desarrollo laboral. La ONG realiza cursos de alfabetización digital, AutoCAD y testing para sectores postergados de la zona norte del Gran Buenos Aires y la Capital Federal.
“Cuando se habla de la industria de la tecnología uno rápidamente piensa en ingenieros en informática o sistemas, pero hoy el sector está enriqueciéndose con perfiles muy variados”, sostiene Francisco Michref, especialista de la firma Globant. En el marco de sus estrategias de RSE, la empresa de desarrollo de software organiza capacitaciones para jóvenes.
Entre estos nuevos perfiles ocupacionales se destaca el testing, oficio que implica la puesta a prueba y el control de calidad de software y aplicaciones. Esta especialización cuenta con una ventaja diferencial: requiere poco conocimiento previo, por lo que se transforma en una propuesta ideal para quienes desean dar sus primeros pasos en el mundo de la tecnología.
“Empezamos a enseñar testing hace unos cuatro años. Hoy contamos con ocho nodos alrededor del país y en Uruguay”, afirma Silvia Vogl, miembro de Proyecto Nahual, una iniciativa sin finalidad de lucro que brinda capacitaciones en programación, diseño y testing, entre otras propuestas vinculadas al desarrollo de software.
Vogl señala que más de 25 jóvenes de bajos recursos que participaron de estos cursos se encuentran actualmente trabajando en empresas del sector. Asimismo, coincide con el presidente de PROEM en destacar que las capacitaciones despiertan el interés por la formación universitaria. “Muchos de los chicos que finalizan el curso comienzan una carrera en la universidad: los talleres les cambian la mirada y despiertan el interés por el mundo de la informática”, sostiene.
Los referentes resaltan el potencial de estos espacios de formación para hacer frente a algunas problemáticas socioculturales que dificultan la inserción laboral de los jóvenes. “Si bien observamos una reducción de la brecha digital, aún existen otras brechas asociadas a ciertas capacidades blandas, como la responsabilidad, la puntualidad o la sujeción a las normas”, señala Oscar Zúccolo, director de la escuela de la Fundación Equidad, ONG que brinda talleres de reciclado de tecnología y capacitaciones en informática para afianzar la inclusión de personas de menores recursos. Asimismo, los especialistas destacan a la falta de autoestima y confianza como aspectos que dificultan el proceso de aprendizaje entre los estudiantes de sectores postergados.
“Tenemos una mirada integral de la problemática. Por eso combinamos la enseñanza de saberes técnicos con otras instancias de acompañamiento necesarias para acceder al mercado laboral en igualdad de oportunidades”, destaca el presidente de PROEM. Además de impulsar la formación de los jóvenes, la entidad desarrolla tutorías, talleres de armado de curriculum, estrategias para la búsqueda de empleo y nexos con empresas para impulsar su integración al mercado de trabajo.
“Históricamente, la enseñanza de oficios tradicionales contribuyó a la inserción laboral de los sectores de menores recursos. Hoy tenemos que ampliar nuestra mirada sobre el concepto de oficio, para incluir diversos saberes que están relacionados con el mundo digital”, señala Schvartzer. Esta nueva visión puede afianzar la inclusión social de muchos jóvenes en situación de vulnerabilidad.
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El sector
Según un informe de la Cámara de Empresas de Software & Servicios (CESSI), el mercado argentino de tecnologías de la información y la comunicación (TICs) ha crecido de manera sostenida a lo largo de la última década. La industria de la tecnología, una de las pocas con pleno empleo en nuestro país, se encuentra en constante crecimiento y todo indica que en el futuro será cada vez mayor la demanda de profesionales del sector.
En 2014 el empleo en el sector del software y los servicios informáticos creció un 5,4%. Aun cuando casi siete de cada diez empleados del sector son profesionales de carreras universitarias (principalmente ingeniería y licenciaturas en sistemas), ha crecido la participación de trabajadores sin formación universitaria o con estudios incompletos. En relación a los nuevos oficios digitales, cabe destacar que el cargo de analista tester se encuentra entre los tres perfiles más demandados por las empresas.