Desde la historia académica hasta el recorrido profesional, un currículum vitae es el primer paso para quien aspira a encontrar un nuevo trabajo. En esas páginas se condensan los datos clave a la hora de llamar la atención del futuro empleador. “Un CV es la primera impresión que se lleva un selector y no hay segundas oportunidades para que sea buena”, afirma, categórica, Agustina Marrero, responsable de Servicios al Cliente de la consultora Adecco.
En ese proceso, armar cuidadosamente es un factor decisivo que puede definir, para bien o para mal, el destino de un candidato más allá de su experiencia laboral o sus títulos universitarios. Hay modelos en Internet y servicios que permiten confeccionar un CV a medida para cada ocasión. Y, también, errores que no hay que cometer.
Errores ortográficos
Puede parecer una cuestión sencilla o irrelevante, pero los reclutadores miran que un CV esté bien escrito y no contenga palabras o frases con errores. “Uno puede pensar que es un error de tipeo, pero ver eso puede mostrar que el candidato no se tomó el trabajo de revisar el documento antes de enviarlo o no se preocupó, y no habla bien de quien se postula”, describe Marcela Romero, gerente Comercial de Talent en la consultora ManpowerGroup.
“Habla de falta de atención y de alguien que no se tomó el tiempo necesario”, enfatiza Marrero, sobre un error que, sin embargo, puede evitarse sencillamente. Las herramientas de autocorrección de los procesadores de texto en la computadora o una leída con detenimiento bastan para encontrar esos deslices a tiempo.
La foto
Tanto en las plataformas de búsqueda de empleo online como en los más tradicionales CV impresos, acompañar los datos personales, académicos y laborales con un retrato del candidato suele ser una herramienta adicional para mostrar la mejor faceta al empleador. Sin embargo, la elección de la imagen puede ser determinante.
“La foto tiene que transmitir profesionalismo y que quien está viendo el CV se imagine a la persona en el puesto de trabajo”, describe Martín Gerding, senior manager de Page Personnel. “Suele pasar que mandan la foto recortada del casamiento o en la playa. Para ser disruptivos eligen fotos diferentes, pero es contraproducente”, agrega.
La recomendación de los reclutadores es optar por una imagen formal y, de ser posible, dedicarse unos minutos para tomar una foto especial para el CV, con fondo neutro. ¿Qué evitar? Fotos de situaciones informales (de vacaciones, en la playa, etc.), fotos con más personas, familiares, amigos o mascotas.
En tanto, otra clave es tener en cuenta las características del puesto al que el candidato se postula: un banco no busca el mismo perfil que una agencia publicitaria.
La extensión
La mayoría de las búsquedas laborales suelen convocar decenas de candidatos, una situación que impide a los reclutadores dedicar mucho tiempo a evaluar cada perfil recibido. Por eso, es fundamental la síntesis a la hora de armar un CV.
“Lo que sugerimos es que el CV se haga con no más de dos hojas, con información que pueda llamar la atención del selector “, sostiene Romero. “Si el candidato es joven, es más que suficiente”, afirma.
Extenderse por varias carillas con información muy detallada sobre trabajos anteriores, cursos extracurriculares del colegio o varios párrafos de acerca de las ambiciones o los objetivos profesionales no hacen más que diluir el perfil del candidato, dificultar al empleador la identificación de las fortalezas del postulante y, finalmente, disminuir las chances de conseguir el trabajo.
“Muchas veces vemos que los CVs más extensos suelen ser los de los candidatos que tienen menos experiencia, porque tienen temor a ser menos visibles. Pero si apuntamos a gente sin experiencia, no esperamos un CV con cinco hojas. Algo sintético y bien organizado va a tener más posibilidades de visibilidad”, completa Marrero.
La clave es aprovechar esas dos carillas para condensar en ese espacio toda la información relevante. No deben faltar los datos personales de contacto (teléfono celular, dirección de mail), la formación académica (colegio secundario, carrera universitaria, posgrados y cursos profesionales, con el año de finalización e, idealmente, la calificación) y la experiencia laboral. “El puesto más reciente primero”, recomienda Romero, y agrega: “Hay que ser mu específico en qué se hizo, el puesto y los logros más significativos”.
Mentir
En el deseo de conseguir un trabajo, muchos candidatos caen en la tentación de incluir en el CV información falsa para intentar generar una mejor impresión en el empleador. Si bien los reclutadores no son infalibles, la recomendación es destacar la experiencia personal pero no mentir. “Está bien empatizar con la propuesta de cada búsqueda y destacar la experiencia que aplica justo con el puesto, pero siempre que esa experiencia exista”, plantea Gerding.
La inclusión de información falsa, explican los reclutadores, suele ocurrir con mayor frecuencia entre los jóvenes, en una búsqueda de suplir o maquillar una menor experiencia más laboral. Sin embargo, incurrir en ese error puede ser más negativo que un historial profesional más acotado. “El CV es la oportunidad de dar a conocer lo que uno sabe y lo que uno tiene para ofrecer. Pero dentro de eso hay que hacerlo con honestidad, porque mentir salta en una entrevista casi seguro y eso perjudica mucho al candidato”, concluye Romero.